Los negocios turísticos de Peñíscola ya operan a plena capacidad para recibir a los visitantes de la temporada veraniega. Incluidos los negocios que se encuentran al margen de la legislación, como es el caso del top manta, fenómeno asentado en la playa y el paseo marítimo. Se trata de una actividad que está catalogada como una infracción a las ordenanzas locales de comercio, pero que acaba derivando, muy a menudo, en altercados y desobediencia a la autoridad, ante la negativa de los vendedores irregulares de retirar sus pertenencias de la zona.

Este último fin de semana fue notable la presencia de manteros en uno de los puntos más céntricos del municipio, junto a la oficina de turismo del paseo marítimo. “Tuve que llamar a la Policía Local para contarles lo que estaba ocurriendo, ya que cada vez había más y más puestos, con unos grandes fardos en los que vendían de todo”, explicó la dependienta de un comercio cercano. Al mismo tiempo, se quejó de la escasa presencia de agentes del orden, que se encargan de disuadir a los manteros y, en algunos casos, requisarles el material.

El concejal de Gobernación, Alfonso López, reconoce que es conocedor de estas quejas. “Normalmente, en los últimos días de junio ya se cuenta con los primeros refuerzos de la Policía Local, pero con el proceso electoral de este año, los trámites administrativos se retrasan y estos refuerzos llegarán en los primeros días de julio”, justifica. En esta ocasión, añade, serán una quincena los agentes que se sumarán a las actividades del cuerpo, entre las que está el control del top manta.

Desde hace unos años, la presencia de manteros se ha incrementado de forma notable en puntos como Peñíscola, algo que afecta a un sector del comercio “que sufre más que ninguno los efectos de la crisis”. “Hay mucha gente que si compra productos en el top manta ya no se acerca a nosotros, que estamos expuestos a inspecciones fiscales y tenemos que tenerlo todo en regla”, añadió. Venden sobre todo CD musicales, DVD de vídeos comerciales y videojuegos, que infringen el derecho de autor, así como ropa, relojes y productos de imitación.

Por ello, también se reclama la concienciación vecinal sobre los efectos negativos que tiene sobre la actividad económica local. H