Tres años de cárcel y 12 años de inhabilitación para cargo público por un presunto delito de prevaricación medioambiental. Esta es la pena a la que se enfrentan el actual alcalde de Suera, José Pascual Martí, así como la corporación municipal de la legislatura 2007-2011 que aprobó dar licencia de actividad para la constucción de una vivienda unifamiliar en la protegida Serra d’Espadà.

El juicio oral se celebrará entre los próximos 21 y 23 de diciembre y su inicio es «un momento muy esperado después de seis años de instrucción», indicó ayer el primer edil a Mediterráneo.

Los hechos se remontan al 30 de enero del 2009, cuando el pleno municipal dio luz verde a la obra. Según se desprende del escrito de acusación de la Fiscalía, la casa debería de haber sido un inmueble de un agricultor profesional y nunca de una segunda residencia. Sin embargo, en una inspección realizada por el Seprona el 20 de abril del 2010 descubrieron que el propietario se había «excedido de la licencia obtenida». Entre otros, detallaban que, en su interior había «un futbolín, diversos aperos agrícolas a modo de decoración, mesas, diez sillas de madera, la cabeza de un toro y un toro disecados...».

Por ello, además de para los representantes políticos locales, el fiscal pide tres años de cárcel para el dueño y otros tres más para el arquitecto municipal.

El primer edil se mostró ayer tranquilo: «Nosotros contábamos con todos los informes favorables, tanto de los técnicos municipales como de la Generalitat», explicó. «Si no hubiéramos dado el permiso, el afectado trambién hubiera podido denunciarnos», detalló tras saber la noticia.

Además, resaltó que la obra se realizó en una zona del parque natural que no está considera de especial protección. Otro de los puntos en los que justifica la decisión tomada en su día es que la profesión del propietario de la casa es la de agricultor, según una sentencia de la Audiencia Provincial, algo que contradeciría lo argumentado por Fiscalía.

También resalta que los cambios en la normativa de los últimos años han hecho que lo que en su momento podría haber sido irregular, ahora sea perfectamente viable. «Quiero acabar ya con este tema porque ha sido muy desagradable», lamentó.