La decisión de crear un servicio ferroviario de Cercanías entre Castellón y Vinaròs se ve como una oportunidad para el desarrollo de la zona norte de la provincia. En el caso de Santa Magdalena, reclamando que reabra las puertas su estación fantasma, «en la que no para ningún tren desde hace más de 20 años», dice su alcalde, Sergio Bou. Por ello, presentarán una petición de encuentro con el subdelegado del Gobierno en la provincia, David Barelles, para plantearle esta demanda.

Para el primer edil, «no tendría sentido que un servicio de proximidad como el que quieren implantar nos deje fuera; tampoco pedimos que paren las 12 frecuencias diarias anunciadas, pero al menos sí algunas de ellas, que permitan la movilidad de nuestros vecinos». Un ejemplo del interés de la localidad, de más de 800 habitantes, lo representan la veintena de jóvenes que cursan estudios universitarios, y que cada semana tienen que acudir hasta las paradas que hay en Benicarló o Alcalà de Xivert.

PRECEDENTE / La reclamación no es nueva, ya que en el 2010 se planteó algo semejante, ante el anuncio de la Generalitat y el Ministerio de Fomento de la época --comandados por Francisco Camps y José Blanco, respectivamente-- de hacer un estudio informativo sobre la viabilidad de los Cercanías al Maestrat. «El edificio está en perfecto estado, hay una estación eléctrica, con vigilancia y mantenimiento, y doble vía y paso subterráneo, por lo que la inversión sería mínima para abrirla; no nos gustaría sentirnos discriminados», añade Bou.

La infraestructura se encuentra apenas a 600 metros del núcleo de población, y por parte del munícipe se considera que la mejora de las comunicaciones con Castellón atraería novedosas posibilidades a sus conciudadanos, tanto entre los alumnos universitarios, como trabajadores.