Las pintadas en las cruces de los caídos se extienden por la provincia. Tras las reiteradas que sufre la instalada en el paseo Ribalta de Castellón (la última estos días atrás), la de la plaza de la Paz, en pleno centro de la Vall d’Uixó, amaneció ayer con un grafiti contra la simbología franquista.

Desde finales del 2015 hasta ahora los emblemas de la dictadura que persistían en la ciudad han sido eliminados paulatinamente, pero la cruz crea cierta controversia, sobre todo por lo polémico que resulta retirar un elemento monumental que preside una de las ágoras más transitadas de la localidad.

PLAZOS / En el equipo de gobierno hay coincidencia por lo que respecta al cumplimiento de la ley. Falta acordar los tiempos. Como recuerda la alcaldesa, Tania Baños, la legislación es clara al respecto y cuentan «con un informe de la Conselleria que señala que se tiene que quitar», al igual que sucede con la capital de la Plana. Baños, que subraya que se procederá a borrar las pintadas de la cruz, indica que han «hecho los deberes» respecto a la ley de memoria histórica, aunque no precisa una fecha para este caso. Por su parte, el portavoz de Esquerra Unida (EU), Antoni Llorente, señala la necesidad de abordar esta cuestión sin más dilación. «La ley se aprobó en el 2007», apunta, por lo que, a su parecer, ninguna decisión podría ser tachada de «precipitada». Es más, matiza que en los presupuestos municipales sobre los que están trabajando, «se debería» reservar una partida para esta actuación en el 2018.

A FINALES DEL 2015 / Esta enseña franquista provocó la primera discrepancia pública entre los socios del gobierno municipal. En un pleno celebrado a finales del 2015 se presentaron dos mociones, una desde el PSOE y otra desde EU. La segunda no fue aprobada por falta de apoyos, precisamente, por incluir la retirada de la cruz, lo que demostró que no es un símbolo cualquiera. Sin embargo, el resto de propuestas del texto sí que han ido ejecutándose de forma paulatina al existir total conformidad dentro del tripartito: la eliminación de los escudos de las fachadas de Correos y la iglesia de los Desamparados (este último por parte del obispado), el cambio de nombre de las calles que homenajeaban a los alcaldes franquistas y la retirada de la medalla de la ciudad y la distinción de hijo adoptivo al dictador Francisco Franco.

En contrapunto a ambos posicionamientos se encuentra el Partido Popular, que se opone a esta medida igual que estuvo en contra de las anteriores, al considerar que son elementos históricos y patrimoniales. La portavoz del grupo municipal del PP, Gema Rodríguez, se refiere al informe de expertos que señala que en la cruz «no hay ningún texto o escudo de exaltación», detalla.