La empresa Dragados comunicó al Ayuntamiento de Burriana el 7 de septiembre su intención de paralizar las obras, algo que se producía varios meses después de que las labores se ralentizaran a la espera de recibir algún pago que no llegó. El 14 de octubre la intervención quedaba bloqueada oficialmente, a la espera de recibir algún abono por parte de la Generalitat, por cuanto se trata de una obra financiada con el plan Confianza. La Conselleria de Cultura había financiado gran parte de las labores ya ejecutadas pero la adjudicataria frenó todos los proyectos pendientes en la Comunitat, entre los que se está el Payá. El 60% del proyecto está pagado y en el restante 40% se contabilizan también los trabajos hasta el final de la obra.