Un verano con semáforos en el puente de la Bota. Ese es el temor que se tiene desde el Ayuntamiento de Morella y por parte de muchos conductores habituales que transitan por esta infraestructura, en plena N-232, a los pies del puerto de Querol. Desde hace más medio año, este paso se encuentra restringido al tráfico por un carril que está regulado por grandes bolardos, así como limitado en cada uno de sus extremos, por dos semáforos que controlan la circulación.

Un camión volcó al barranco de la Bota destrozando la valla lateral de protección, a finales del pasado octubre. Fue un espectacular accidente que, afortunadamente, se saldó sin heridos de gravedad, a pesar de su aparatosidad. Tras el siniestro, desde el Ministerio de Fomento se comprometieron a resolver la situación antes de la llegada de Navidad. Pero ni el efecto Ferrero ni los meses de Sant Antoni o el paso de Pascua han llevado consigo una solución.

Únicamente se han realizado pruebas de peso hace unas semanas. El alcalde de la capital de Els Ports, Rhamsés Ripollés, tacha esta falta de actuaciones de “lamentable e injustificable, porque es urgente que se acometan”. La semana pasada se reunió con el responsable de Carreteras de Fomento de la Comunitat y siguen sin tener una fecha concreta para iniciar las actuaciones. “Le trasladé el malestar por los graves problemas que se están viviendo y seguimos sin alcanzar una solución”, resaltó el primer edil.

Uno de los factores del retraso está en que la actuación es más complicada de lo que se esperaba, ya que “los daños que tiene el puente dificultan las intervenciones, pero en una carretera nacional no es posible que aún no se haya hecho prácticamente nada”, lamentó el munícipe.

semáforos // Hasta el momento, los semáforos son los protagonistas de este punto por el que pasará el próximo fin de semana la rogativa a Vallivana. Unos indicadores lumínicos que, en un principio, tardaban cerca de seis minutos en ponerse en rojo o verde y actualmente se ha bajado esta frecuencia a dos minutos. “Las quejas son numerosas”, añadió el primer edil de Morella.

Uno de sus usuarios habituales, el profesor morellano Marc Moles, piensa que es “vergonzoso”. Pasa dos veces por semana por el puente y señala que “es una verdadera pena, el tiempo que ganas con las mejoras en el estado de las carreteras lo pierdes por un extraño semáforo en medio de una nacional”. Las quejas se acumulan desde asociaciones de empresarios turísticos de la zona y de municipios costeros como Benicarló, Vinaròs o Peñíscola. H