El puerto de Burriana arrastra deficiencias motivadas por el paso del tiempo y la acción del mar que precisan de actuaciones valoradas en cerca de cuatro millones de euros. Así lo indicó el teniente de alcalde del puerto, Vicent Aparisi, y así se lo ha transmitido esta semana a Carlos Domingo, el director general de Obras Públicas, Transporte y Movilidad, durante una visita.

En estos momentos, la Conselleria que dirige María José Salvador ya está invirtiendo en la construcción de un carril bici y acera en la carretera del puerto, pero se ha trasladado la necesidad de realizar otras dos actuaciones fundamentales. La más urgente afecta al muelle de descarga de la actual lonja en la que se subasta el pescado. Los movimientos subterráneos han motivado el inicio del hundimiento de la plataforma sobre la que se asienta la lonja, se amarran los barcos y por donde transitan los marineros portando las capturas de la jornada. En algunos puntos, el problema se puede apreciar fácilmente y es ya de varios centímetros.

erosión // Otra intervención que se precisa es la de la reparación del muelle de levante. El estado del mismo motivó hace ya algunos años el vallado de la zona para impedir que las personas accedieran al mismo. La erosión por los efectos del mar y del viento son evidentes en la superficie, pero los problemas graves se encuentran más alejados de la vista y precisan una actuación de mayor importancia para proteger este entorno en los días de oleaje.

En este sentido, se realizó el pasado año una primera inversión en el faro, con el repintado del mismo, algo que sirvió para adecuar la imagen de uno de los elementos más visibles de la entrada al recinto portuario local.

dragado // Pero las obras pendientes en la infraestructura no acaban ahí. Ya comienza a ser urgente también un nuevo dragado interior de la zona para evitar que las embarcaciones toquen la arena del fondo, que se ha acumulado como consecuencia de las características del recinto portuario y su bocana, que favorecen la sedimentación de los materiales erosionados más hacia al sur.

La última acción que se llevó a cabo en este sentido tuvo lugar en el año 2013 y sirvió para aportar arena a las playas de la comarca, desde Nules a Almenara. En total, se extrajeron 60.000 toneladas de las cuales se calculó que 40.000 eran de primera calidad. Solo esta intervención tuvo un coste cercano a los 720.000 euros, de los que 420.000 euros costeó la Generalitat valenciana y los otros 300.000 euros restantes lo hizo el Ministerio.