La pérdida de habitantes es el principal problema del interior de Castellón. Pese a que las administraciones ya han puesto en marcha medidas para frenar la despoblación, los alcaldes solicitan un mayor esfuerzo para paliar esta problemática, como publicó ayer este rotativo. Para combartirla, el jefe del Consell, Ximo Puig, anunció en Morella una inyección de 3 millones de euros, de los cuales 1.250.000 se destinarán a Castellón, para frenar el éxodo rural en 75 municipios. La provincia es la más afectada por este fenómeno en la Comunitat y por ello, la que recibirá la mayor parte de la subvención, pues frente a los 75 municipios castellonenses con alto riesgo de despoblación, la cifra se reduce a 44 en Valencia y a 23 en Alicante.
Puig explicó que el Consell aprobará en septiembre un decreto que distribuirá ayudas directas a los pueblos con alto riesgo de perder habitantes. Estará destinado a aquellos que cumplan tres criterios: el demográfico o pérdida de habitantes; el de envejecimiento o caída de la natalidad; y el de riesgo zonal o ubicación en comarcas donde se produce de forma generalizada este fenómeno. Además, y de forma directa, se podrán beneficiar todos los que ctualmente cuenten con menos de 120 habitantes.
Según el presidente de la Generalitat, «tiene que haber un compromiso claro para superar el desequilibrio y la desigualdad que existe en estos momentos en los territorios valencianos», y por ello, apeló al «trabajo conjunto» de todas las instituciones y agentes económicos y sociales.
«Cuando se está produciendo esta desertización humana en parte de nuestro territorio --agregó Puig--, nos afecta a todos, al conjunto de la Comunitat, no solo a las comarcas afectadas».
Respecto a la distribución de las ayudas del decreto, el president de la Generalitat detalló que a las 75 localidades castellonenses se destinará como mínimo 3.000 euros, primando a las de menor tamaño. El importe se mandará a cada uno de los ayuntamientos incluidos en el listado, que deberán realizar una memoria para explicar en qué han invertido el dinero y las medidas puestas en marcha, como subvenciones al transporte escolar y ayudas para trasladar a mayores a centros sanitarios, entre otros.
Este dictamen completa el Fondo de Cooperación Local, ya que la apuesta del Consell se enfoca a la incorporación de un componente que tenga en cuenta las zonas rurales de la Comunitat Valenciana que padecen hace décadas el problema del descenso de población, algunas de las cuales están en riesgo de desaparecer.
Impulso de la actividad
En el acto, Puig resaltó el esfuerzo común de la Generalitat y la Diputación para que «la lucha contra la despoblación esté en la agenda» y por ofrecer unos «servicios públicos de máxima calidad».
Según el president, se trata de apostar por el impulso de la actividad económica «para que las personas tengan la posibilidad de formar un proyecto de vida en los pueblos del interior».
Triple impulso por el Colomer Zurita
Por otra parte, el salón de plenos del ayuntamiento de Morella vivió ayer la firma del acuerdo de cesión de la gestión del edificio Colomer Zurita. De este modo, el alcalde de Morella, Rhamsés Ripollés, acompañado del Presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, y del Presidente de la Diputación de Castellón, Javier Colomer, firmaron el documento que facilita las inversiones y mejoras el edificio, así como la propiedad y gestión del consistorio. Cabe destacar la coordinación entre instituciones en este proyecto.
El alcalde de la localidad, destacó que «es una gran noticia que este espacio tenga una dirección municipal después de muchos años cerrado y con problemas estructurales». En este sentido, han remarcado la voluntad de sumar esfuerzos para avanzar en este proyecto. El presidente provincial aseguró que «este protocolo que hemos firmado demuestra que Morella es un elemento troncal para la historia y el futuro de esta tierras». Por su parte, el president del Consell agradeció al presidente de la Diputación «su capacidad para entender que es el Ayuntamiento quien mejor puede liderar esta iniciativa».
