El presidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, fue uno de los visitantes destacados ayer en Benicarló. Puig remarcó el potencial de las Fallas a la hora de «proyectar la Comunitat Valenciana hacia el mundo», en un año en el que, por primera vez, lo hace «con el atributo de ser Patrimonio de la Humanidad».

«La primera vez que vi una falla fue en Benicarló», confesó a modo de anécdota el responsable autonómico. Puig sorprendía con estas declaraciones al finalizar el recorrido por los monumentos ganadores de la localidad. La primera en recibir al jefe del Consell fue la comisión cadufera, encabezada por su presidente, José Francisco Palomo. Allí, intercambió impresiones con miembros de la Peña Calagurritana de Calahorra, en La Rioja, hermanada con El Caduf.

A continuación, la comitiva se encaminó hacia la comisión de Mercat Vell, premio a la mejor falla 2017 en la sección de monumentos principales. Durante el trayecto, estuvo acompañado por las falleras mayores de la ciudad, Alicia Fuster y Nadia Beltrán; la alcaldesa, Xaro Miralles; e integrantes de la corporación municipal y miembros de la Junta Local Fallera encabezados por su presidente, Fede Guimerá.

Puig agradeció el esfuerzo de las agrupaciones josefinas por construir esa «creatividad enorme» que identifica al pueblo valenciano y por hacer grande una fiesta «capaz, como ninguna, de dinamizar varios sectores de la economía» en base a la diversidad y las múltiples visiones que engloban las Fallas, que van «desde la pólvora y la música o los adornos florales, hasta los monumentos y la indumentaria».

La primera edila mostró su satisfacción por la visita: «Es el primer presidente de la Generalitat que viene a nuestras Fallas».

Una vez completada la cita institucional, los asistentes disfrutaron de un suculento almuerzo, all i pebre de rap i llagostins, en el casal de la falla Mercat Vell,

OFRENDA A LA VIRGEN // Por la tarde, el protagonismo fue para la Mare de Déu de la Mar. A partir de las 17.00 horas, los integrantes de las 13 fallas de Benicarló (L’Embut, El Caduf, La Paperina, La Barraca, Els Cremats, Nou Barri, Els Conquistaors, La Carrasca, Mercat Vell, Benicarló, El Grill, El Campanar y Amics del Foc) desfilaron frente a la imponente imagen de la patrona cuyo busto, obra del prestigioso artista burrianense Santiago Soro, se erigía sobre una estructura metálica de más de tres metros de altura.

Con absoluta devoción, los participantes del desfile depositaron a los pies de la imagen mariana miles de ramos de flores cargados de buenos deseos que, a medida que pasaban las horas, iban conformando el colorido y trabajado manto dedicado a la virgen.