La situación de los trenes Cercanías en el Maestrat fue uno de los asuntos que abordó ayer el presidente del Consell, Ximo Puig, en su visita a Vinaròs. Calificó como «positivo» el anuncio del ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, de aumentar el servicio durante el 2018. Pero, al mismo tiempo, exigió al Gobierno que esa realidad se cumpla «rápidamente».

El dirigente autonómico apuntó: «El aumento ferroviario fue una de nuestras demandas cuando accedimos a la Generalitat hace dos años desde la Agencia Valenciana de Infraestructuras a la anterior ministra, porque cualquier mejora en este aspecto es fundamental». Sobre ello, recalcó que «es una exigencia, es básico» y espera que no se continúe «prometiendo y no haciendo, como la llegada del AVE a Castellón, porque para el norte de la provincia es fundamental que existan más Cercanías», destacó el president.

Además, Puig recordó que, «de momento, no ha habido una ampliación de los trenes» y criticó al PP porque «hasta ahora ha estado ajeno a estas reivindicaciones», por lo que esperan que pueda, «al fin, ser una realidad».

COMPROMÍS // Por su parte, Compromís lamentó que «De la Serna, en su alud de anuncios de medidas que hace años deberían haber sido una realidad, como los Cercanías al Maestrat, olvidase concretar medidas en materia de accesibilidad que ya se contemplaba implementar hace años, pero que todavía no se han ejecutado», según la portavoz adjunta en Les Corts, Mònica Àlvaro.

Àlvaro puntualizó que se ha instado «reiteradamente» al Ejecutivo central a acometer las numerosas medidas pendientes y apuntó que «el Ministerio de Fomento llega tarde». Por ello reclama al ministro a que en los próximos presupuestos del Estado «incluya una partida presupuestaria inaplazable para que cualquier persona con discapacidad acceda sin problemas a la red ferroviaria del territorio», resaltó.

PEÑÍSCOLA // Justo ayer, desde el PSPV de Peñíscola también opinaron sobre el aumento de trenes en el Maestrat y creen que es una «desautorización» al alcalde, Andrés Martínez, y esperan que no sea «una cortina de humo».