Mosén Carlos García, rector de la parroquia de San Bartolomé de Benicarló y conciliario de la Junta Local de Semana Santa, ha vuelto a tensar las ya delicadas relaciones con el Ayuntamiento tras aprovechar la inauguración de la exposición de motivos de Semana Santa para reclamar un mayor apoyo por parte de «aquellos que deberían de colaborar con todas las asociaciones».

El religioso se abstuvo en todo momento de nombrar al Ayuntamiento o a algún miembro de la corporación municipal, pero sí que utilizó referencias que dejaban claro que el ejecutivo local era el destinatario de sus indirectas. Así, y tras agradecer «el trabajo y esfuerzo de las cofradías» y asegurar que sin las hermandades de Semana Santa de Benicarló esta fiesta no sería posible, apostilló que la labor de estas agrupaciones «algunas veces no es recompensado por quienes deberían de colaborar con estas».

El reverendo, que ha provocado que el Ayuntamiento y la diócesis de Tortosa mantengan un litigio desde hace dos años por registrar el campanario de Benicarló en favor del estamento religioso, continuó su intervención aludiendo al poder de convocatoria y atracción de la Semana Santa local: «En Benicarló somos siete cofradías, que ya es un número importante»; y aseguró que, en la misa previa a la inauguración de la muestra, «habían más de 700 personas y más de la mitad era gente de fuera que estará aquí un par de semanas y esto, a quién le corresponda, que escuche este mensaje porque hemos de sentirnos más apoyados».

Las manifestaciones del mosén no han hecho más que echar leña al caldeado ambiente existente tras publicarse que las cofradías no percibirán cuantía económica alguna. La decisión, por motivos legales, ha generado un clima de crispación. De hecho, el concejal de Cultura, Josep Barberà, aclaró a través de Facebook que estas entidades «nunca han tenido ningún tipo de subvención por parte del departamento. Es imposible quitar algo que nunca ha existido», afirmó.