La depuradora de aguas residuales de Peñíscola ya está en funcionamiento, aunque todavía no han finalizado los trabajos relacionados con esta instalación. El alcalde, Andrés Martínez; y el concejal de Urbanismo, Romualdo Forner, visitaron ayer la planta para conocer los últimos detalles antes de la recepción oficial de la obra, prevista el 25 de marzo.

Forner indicó que un equipo de asfaltado “vendrá a partir del lunes, día 15, para pavimentar los viales interiores de la infraestructura y para reponer los tramos afectados de calles y avenidas que han sido objeto de actuaciones a lo largo de los últimos dos años”.

Entre las áreas de intervención están la plaza Constitución, así como caminos por donde pasan los colectores. Es el caso de los viales Marjaletes, Vilarojos o el Assagador de la Creu. “También hemos pedido que se actúe en partes del camino Abellers, que se ha visto afectado por el paso de la maquinaria”, apuntó el edil.

A la estación de tratamiento de aguas, situada a 5,5 kilómetros del casco urbano, se han sumado dos plantas de bombeo, ubicadas en la plaza Constitución y las inmediaciones del vial Peñíscola-Benicarló, así como la mejora de la red de colectores en varios puntos. La inversión, de unos 19 millones de euros, permitirá depurar las aguas residuales de un máximo de 80.000 personas. H