Nómada desembarcó en Almassora, ayer, dispuesto a no quedarse. El toro de la ganadería Martín Lorca sustituyó al anunciado de Casa Domecq, que abría la cuarta tarde taurina de las fiestas de Santa Quitèria. Sin embargo, el ejemplar de las peñas El Barrilet, Penjats, Gavell, Retiro, Discordia y La Turba encontró su sitio en la plaza de la Picaora y no hubo forma de moverlo.

Tan solo consintió pasear por la calle Colón y recorrer San Joaquín para volver a la plaza Mayor, de donde había salido media hora antes con Richard dándole la bienvenida. Con el toro ya en corrales, la reina de las fiestas, María Eugenia Ferrando, y sus damas se desplazaron a la Picaora para ver la salida del segundo, el único Valdefresno del encierro que restaba por lidiar. Se pusieron frente al cajón José Antonio El Bicho y Miguel para recibir al astado de las peñas Les Dos, El Ciret, Flota-Fil, La Pau, Bugs-Bunny, Pensat y Fet y Els Amics.

La exhibición de Langosta continuó por la calle Mayor, donde Jonathan Blázquez Varea lo probó con la chaqueta, recibiendo los aplausos de los vecinos que seguían la tarde desde los balcones, al igual que otros rodadores.

SUSTO // La tarde se prolongó con la suelta de vaquillas, acto en el que se produjo el único incidente de la tarde que quedó en un susto. La primera vaca alcanzó a un hombre en la plaza de la Iglesia. Fue trasladado en camilla en aparente estado de inconsciencia por el fuerte golpe recibido hasta la enfermería, donde fue atendido por los servicios sanitarios. H