Los propietarios de la antigua Joya, el Banco Sabadell, han solicitado permiso de obras para derribar el inmueble. De este modo, parece que empieza a cerrarse uno de los dos problemas más importantes que tiene la localidad en cuanto a edificios en ruinas.

Hace unos días la entidad solicitó la correspondiente licencia para comenzar las diversas tareas de derribo y transformar la vieja fábrica en un solar, a la espera de que mejore la situación económica y vender el terreno o planificar algún tipo de inversión con la que rentabilizar el desembolso.

A mediados de agosto el alcalde de la localidad, José Ramón Calpe, ya informó de que se había producido algún movimiento al respecto. Hace aproximadamente un mes el primer edil apuntaba que “hasta el Ayuntamiento de Burriana se ha dirigido alguien en representación de la propiedad para interesarse tanto por los posibles usos de la zona, como por un posible expediente de derribo”, manifestó.

Después de unos meses en los que el inmueble ha sido noticia por los robos de vigas de hierro a los que ha sido sometido y de que el banco decidiera cerrarlo e incluso colgar el cartel de Se vende, ahora opta por derribar las distintas naves y evitar problemas presentes y futuros.

Calpe, apuntó que “se trata de un inmueble que tiene buenas expectativas por su situación. De ahí que creo que los propietarios no solo lo derribarán, sino que a poco que mejore la situación económica, creo que podrán alguna operación que sea buena para ellos y buena para Burriana”.

El primer edil añadió que las antiguas naves de la conservera son hoy en día “algo parecido a la Papelera. Si se derriba dará tranquilidad porque se han producido robos y no es ya malo que haya delitos, sino también que los que entran asuman riesgos que luego pueden llevar a alguna desgracia”, aseguró el edil.

Las instalaciones de la antigua Joya ocupan una extensión de cerca de 12.000 m2 y, a lo largo de siete años en desuso, han sido objeto de pintadas tanto en el interior como en el exterior y también de un continuado robo de cableado eléctrico e incluso estructuras metálicas. Finalmente, y gracias a la colaboración ciudadana, se consiguió pillar in fraganti a dos personas cortando las vigas de la estructura a principios del pasado mes de marzo.

Los dos individuos resultaron ser O.C.B y A.B., de 30 y 36 años, respectivamente, y que son vecinos de la localidad. En el mismo momento se incautaron de un soplete que estaban utilizando para trocear los listones de hierro y también de un tráctel. H