Los peregrinos y visitantes al santuario de Sant Joan de Penyagolosa no tienen dónde tomar un café o descansar, al menos, hasta el próximo mes de noviembre, como confirman desde el obispado Segorbe-Castellón a este diario.

Desde hace unos días, tanto el bar-restaurante como la hospedería y la iglesia permanecen clausurados ya que el encargado de mantener estas instalaciones dejó de prestar servicio y cerró sus puertas al público, tal y como explica Belén Bachero, alcaldesa de Vistabella. La primera edila destaca que, en la actualidad, el sacerdote responsable de la iglesia y del santuario --pertenece al Obispado Segorbe-Castellón-- busca a un nuevo administrador y, al parecer, hay algunas personas que están interesadas aunque, por el momento, no se ha llegado a ningún acuerdo formal que permita la reapertura del recinto ubicado en su término municipal.

VARIAS PEREGRINACIONES

Según ha podido saber este diario, los responsables del lugar buscan contactar con alguien respetuoso con las celebraciones y tradiciones que acoge el santuario durante todo el año, ya que tienen lugar varios actos, como alrededor de siete peregrinaciones --Puertomingalvo, Vistavella, Culla, Xodos, les Useres, l’Alcora o Llucena-- principalmente en abril y mayo, además de varias visitas de grupos excursionistas, cofradías --la Real Cofradía del Lledó sube al pico el primer domingo de agosto para luego degustar una comida de hermandad en el restaurante y celebrar una eucaristía en la iglesia existente--, y numeroso público en general.

Hay que recordar que este particular espacio es una construcción de origen medieval con posteriores ampliaciones neoclásicas y barrocas y está ubicado a los pies del pico de Penyagolosa. Se trata también de un foco muy importante de atracción religiosa de la provincia de Castellón.