El municipio de Sant Jordi dispondrá en breve de una nueva calle que servirá de vía alternativa de acceso a la población. El vial unirá la carretera CV-136 con el núcleo urbano y, con su apertura, «se prevé conseguir una mejora sustancial, ya que facilitará el tráfico en la zona norte », ha explicado el alcalde, Iván Sánchez, quien ha realizado una visita a las obras para comprobar que los trabajos en ejecución «marchan a buen ritmo y, si todo discurre según lo previsto, estarán finalizados antes del verano».

La actuación se ha adjudicado a la empresa Becsa, dentro de los planes provinciales del 2016, con una inversión próxima a los 250.000 euros, de los que la Diputación sufraga 43.500 euros, y el resto lo abona el consistorio.

Habrá un vial de ocho metros de anchura, con circulación de vehículos en doble dirección. Paralelamente, se ha derribado un muro existente que será sustituido por otro de hormigón. El paso previo a la apertura será la instalación del alumbrado público y de la canalización de aguas, junto con el resto de servicios.