Mientras la empresa Escal UGS, que desarrolla el proyecto Castor, ha afirmado que espera retomar la actividad de inyección de gas natural en el almacén subterráneo frente a la costa de Vinaròs a finales de octubre, los expertos alertan de que “si se sigue introduciendo gas, los temblores proseguirán”.

De hecho, el profesor de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Zaragoza y miembro del Comité Científico de la Sociedad Geológica de España José Luis Simón, asegura que en la zona “existen fallas de entre 10 y 15 kilómetros de longitud, que pueden desencadenar terremotos de 6 a 6,5 grados en la escala de Richter”. “Estas se recargan en ciclos de miles de años, pero la inyección de gas puede hacer que ese seísmo ocurra mañana, porque la presión provoca un cambio en el estado de tensiones natural al que el subsuelo está sometido”.

En este sentido, Simón señala que, si cesa la actividad de la mercantil, “lo normal es que los seísmos vayan atenuándose hasta desaparecer, a medida que se reequilibran las tensiones”. Aunque evita pronunciarse sobre una posible anulación del proyecto, avisa de que “no puede descartarse que ocurran terremotos mayores” si la inyección continúa, por lo que apunta que la única medida es “detener” la actividad.

Cabe recordar que el 16 de septiembre Escal UGS detuvo los trabajos y el Ministerio de Industria ha paralizado la actividad hasta conocer un informe solicitado al Instituto Geográfico Nacional.

El experto explica que “desde el momento en que pueden existir fallas activas capaces de provocar terremotos inducidos, no es un terreno adecuado para estas actividades. Son temblores que los trabajos adelantan y, además, concentran en el tiempo”. H