Más de 3.200 personas se sumaron anoche a una de las citas más típicas y multitudinarias de las fiestas patronales de Sant Bartomeu en Nules: el sopar de germanor que, como manda la tradición, ofreció a los comensales tombet de bou, un plato que ya forma parte de la gastronomía festiva de la localidad, que cuenta con la colaboración del periódico Mediterráneo.

Además de ser un acto típico, también es una oportunidad de unir en un mismo espacio a peñistas y vecinos en general, que se reúnen expresamente para compartir mesa y mantel, además de conversación y diversión, que siempre va acompañada de la música de una orquesta.

El sopar de germanor se celebró, como es habitual desde hace unos años, en la calle Marc Antoni Ortí, muy cerca del Mesón de la Tapa, otro de los espacios en los que cualquier persona puede vivir el ambiente festivo al tiempo que degusta tanto tapas típicas, como otras que acaban siendo un regalo para los sentidos.

Como en ediciones anteriores, el mesón cuenta con tres casetas, que todos los mediodías ofrecen especialidades para atraer al público. Empezaron con arroz de matanza, gastronomía rusa o vinculada con el jamón. Precisamente ayer ofrecieron un plato muy típico de Nules, el arròs amb pilotes, mientras que hoy será el día de la patata. Mañana habrá degustación de fideuà; el viernes, día del patrón, el protagonista será el sushi y el sábado se centrarán en las recetas mexicanas.

El resto del día, quienes se acerquen a los alrededores del mercado tienen la oportunidad de comer una gran variedad de propuestas o precios populares, dado que una tapa y una consumición salen al precio de 2,5 euros.

Si bien la animación no falta, este año se echan en falta las actuaciones del pasado ejercicio, que suponían un aliciente más a la programación, aunque la visita al mesón es cita ineludible después del toro. Así sucedió ayer, tras la exhibición de un ejemplar de El Ventorrillo patrocinado por la peña taurina El Bou.