Las tormentas volvieron ayer a la provincia de Castellón dejando casi 60 litros por metro cuadrado l/m2 y granizo en la zona norte.

Las precipitaciones más importantes se registraron en el entorno del embalse de Ulldecona, donde se recogieron 58,8 l/m2 en 24 horas y en la Pobla de Benifassà, con 40,2 litros. También llovió mucho en Catí (32,4) y en Morella, (28,4). Algunas de estas precipitaciones llegaron acompañadas de pedrisco. Es el caso de la Serratella, donde durante un corto espacio de tiempo cayó granizo del tamaño de una almendra, causando desperfectos a los automóviles y las persianas, así como en los cultivos de secano. En la zona de la Tinença la lluvia también hizo acto de presencia alternada de piedra. Así sucedió en Coratxà y también en Fredes.

INCENDIOS

Además, los chubascos estuvieron acompañados de fuertes tronadas, como pasó en el Boixar, o en Xert, donde se produjo un pequeño incendio que quedó sofocado por la misma lluvia (16,8 l/m2) o en Torreblanca.

Las precipitaciones sorprendieron a muchos bañistas que corrieron a refugiarse del aguacero en Peñíscola o en Alcalà de Xivert-Alcossebre (17,2 litros acumulados). Para hoy está previsto que continúen los cielos nubosos, con lluvias y tormentas ocasionales. Las temperaturas máximas experimentarán un descenso notable (unos cuatro grados de media). Así, en el litoral bajarán de 30. Por ejemplo, si en Castellón ayer se registraron 32,9, hoy serán 29 y en Vinaròs pasarán de 32 a 28SDgr. En el interior, mientras, las máximas se quedaran en torno a 23 grados como en Morella, cuando ayer tuvieron 27,3. Y Segorbe, que ayer llegó a los 35, hoy no pasará de los 27, según la Agencia Estatal de Meteorología.

El viento soplará del nordeste, que será moderado en el litoral y flojo en el interior. También dan inestabilidad para el sábado, aunque, al menos por el momento, en el litoral la situación tenderá a mejorar según avance el día.