La necesidad de retirar una tubería de amianto del subsuelo en las obras de sustitución de las canalizaciones de agua potable que está desarrollando Facsa en la calle Xacó de la Vall d’Uixó ha supuesto un retraso de un mes en esta actuación que, de manera irremediable, afectará al proyecto de semipeatonalización de la plaza del Centro, que el Ayuntamiento tenía previsto comenzar a finales del verano, como confirmó la concejala de Urbanismo, Francesca Bartolomé.

La legislación establece condiciones estrictas para la retirada de este tipo de residuos y existen pocas empresas que puedan hacerlo. La que se tiene que encargar de esta tarea en la obra mencionada «ha cerrado por vacaciones en agosto», explicó la edil.

Eliminar la tubería es indispensable y también ha supuesto un imprevisto en los planes de esta actuación, dado que «estaba más alta de lo que se pensaba» e impide el desarrollo adecuado del proyecto de renovación, apunta. Esta canalización «es la general, la que suministra agua a gran parte de la ciudad», por lo que tampoco se puede cortar sin tener una alternativa. Así, está previsto que hoy se reanude la reforma integral, sutituyendo el tubo antiguo por otro de PVC, lo que permitirá cerrar la zanja y avanzar.

OBSTÁCULO ADMINISTRATIVO / Pero esta tubería no es el único inconveniente que tendrá que salvar el consistorio para poder llevar a cabo uno de los proyectos estrella de la legislatura. Bartolomé explicó que esta obra depende de una subvención concedida por la Diputación de Castellón, pero todavía no tramitada. «Está en supervisión por los técnicos», aseguró. La llegada del dinero podría no ser un impedimento para ir salvando trámites, pero en este caso, todo depende de la cesión de la obra por parte de la administración provincial, algo que no sucederá hasta que los funcionarios resuelvan definitivamente la concesión de la ayuda. Con el proyecto revisado y la obra cedida, el Ayuntamiento podrá «licitar la ejecución del proyecto».

Teniendo en cuenta la lentitud de los trámites burocráticos insoslayables, desde el equipo de gobierno confían que se pueda empezar a trabajar en el mes de octubre. A partir de ahí, Bartolomé avanzó que en el pliego se precisará que entre las mejoras que se tendrán en cuenta a la hora de adjudicar estará la «reducción del plazo de ejecución», que en un principio se estableció en 8 meses, lo que haría que la peatonalización no estuviera lista antes de acabar la legislatura.