Después de 30 años, el depósito principal del pozo de la Misericordia, construido en los 80 para garantizar el suministro de agua potable a los ciudadanos de Vinaròs, ha sido vaciado por primera vez para avanzar en los trabajos de limpieza y mantenimiento que esta instalación necesita.

Como primer paso, se ha hecho una evaluación inicial. Posteriormente, se redactará un informe con las mejoras que precisa esta infraestructura, de 18.000 m3 de capacidad y 70 metros de diámetro, la cual ofrece una reserva de agua para el municipio de 1,5 a 2,5 días según la época del año.

Mientras se diseña el proyecto para la reparación de vigas y columnas, el depósito volverá a llenarse y la previsión es que, a partir del mes de octubre, pueda ya vaciarse de nuevo para llevar a cabo estos trabajos, que durarán algo más de dos meses.