L’Associació Cultural de Genets i Carreters de la Vall d’Uixó organizó ayer la ya tradicional baixà y plantà del pi, en su quinta edición, relacionada con la festividad de Sant Antoni. El colectivo es el encargado de la cercavila dels animals, la próxima semana, y a la que «le faltaba el símbolo del fuego, inseparable de esta celebración», tal y como señala Vicente Callao, el presidente de esta entidad.

A primera hora se reunieron los protagonistas para coger fuerzas con el almuerzo y proseguir, a continuación, con el traslado del pino. Desde lo alto de la calle 8 del barrio Carbonaire comenzó este evento, con la ayuda de los propios caballos, siempre bajo la vigilancia de sus dueños y miembros de este colectivo.

El acto ha adquirido tal calibre que los vecinos salen a las calles para contemplar su paso. La comitiva discurre por la carretera Segorbe, hasta la calle Assumpció, por donde desciende hasta llegar frente a la parroquia.

‘PLANTÀ’ // Allí esperaba el resto del público para ver la plantà, con el reparto de mistela i rotllets entre los presentes. El pino estará levantado hasta el próximo sábado por la tarde, cuando tendrá lugar la bendición de los animales, y se procederá al encendido de la hoguera. Antes de ello, los actos darán comienzo a las 10.00 horas, con la misa y bendición del pan y los rotllos, mientras que a las 16.00 horas dará salida el pasacalle. Será a la llegada a las puertas de la parroquia cuando se bendecirán las mascotas, en medio de la emoción de sus amos.

Las celebraciones culminarán el domingo 15, con la tradicional subida hasta la ermita de Sant Antoni, manteniendo la costumbre de la gente de la Vall.