En los próximos días se procederá a instalar un sistema de protección en la fachada lateral de la ermita de Sant Vicent después de que, la madrugada del pasado lunes, se desprendiera parte de ella. Aunque los trabajos más importantes se realizarán tras pasar las fiestas patronales en honor al Pare, lo que sí se ha hecho, por el momento, es montar el andamio con el que se trabajará para dar una solución momentánea a lo ocurrido. Concretamente, la decisión pasa por poner una placa metálica en suspensión que servirá para proteger esta parte del pequeño templo en caso de que caiga de nuevo algún cascote.

Y es que, dadas las fechas en las que nos encontramos, con las arraigadas celebraciones a punto de comenzar, había que pensar en alguna medida rápida, pero eficaz, para no entorpecer el desarrollo normal de los actos, especialmente los taurinos, que arrancarán el sábado, 22 de abril, pero, a la vez, garantizar la total seguridad de los viandantes.

PRIMERAS ACCIONES / Hay que recordar que, tras darse cuenta de lo ocurrido, se puso en conocimiento del Ayuntamiento y se personaron en el lugar la alcaldesa de la ciudad, Tania Baños; el concejal de Turismo y segundo teniente de alcalde, Jordi Julià; la concejala de Urbanismo, Francesca Bartolomé; un técnico municipal, el arquitecto diocesano, y el párroco de la iglesia Nuestra Señora de la Asunción, Marc Estela, con el objetivo de valorar los daños y estudiar las soluciones, puesto que había que actuar con rapidez para no entorpecer los eventos del programa festivo.

Se decidió asegurar este punto, de manera que pudieran organizar los distintos eventos sin problema y, tras la celebración de las fiestas, se procederá a realizar las actuaciones pertinentes, de las que se encargará la diócesis. No obstante, cualquier intervención necesita la previa autorización tanto del consistorio como del Consell, pues es un Bien de Interés Cultural (BIC).