La Vall d’Uixó tiene un 33,81% menos de personas desempleadas desde el inicio de la legislatura. En junio del 2015 eran 3.467 y en diciembre del 2017, la cifra se redujo hasta 2.263 parados. Al respeto, el concejal de Empleo, Jorge García, señala que los números «son positivos» aunque la desocupación «sigue siendo el principal problema vallero». El edil explica que, al acceder al gobierno, la Vall era el municipio «más vulnerable de España», según un informe del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), con la tasa de desempleo más alta de toda la provincia, una de las más altas de la Comunitat, y con el dato juvenil por encima del 55%.
El Ayuntamiento ha apostado en estos dos años y medio por la formación para mejorar la empleabilidad y por los planes y programas de empleo, tanto el lanzado con recursos propios «para ayudar a la gente que peor lo está pasando» como los subvencionados por otras administraciones con colaboración municipal, que han sido «un punto de inflexión para la localidad», apunta.
«Estamos reduciendo el paro a un ritmo superior a la media nacional, autonómica y provincial», indicó García, quien reconoce que todavía tienen «más de 2.200 personas sin contrato».
mayor partida // En este sentido, la partida para generar puestos de trabajo en los presupuestos de este año aumenta un 15% y también cuenta con proyectos importantes «para potenciar el emprendedurismo, la economía del conocimiento y la innovación», como el vivero de empresas.
En el ejercicio 2017, el Ayuntamiento de la Vall d’Uixó fue el que más dinero recibió de la provincia de Castellón en subvenciones del Consell para esta materia. En concreto, más de dos millones de euros. Para el concejal, esta es «la línea a seguir, porque los números demuestran que estos programas están dando muy buenos resultados», argumenta.
Y pide a la Diputación que «cambie su estrategia en esta materia», ya que «en los últimos ejercicios, el Partido Popular ha eliminado los planes de ocupación que los ayuntamientos recibían». De ahí la reivindicación de recuperar estas iniciativas «y que todas las administraciones echen una mano para mejorar la vida de los vecinos», concluye.
