El Ayuntamiento de la Vall d’Uixó permite por tercer año consecutivo fraccionar el pago del impuesto de bienes e inmuebles urbano en siete meses. El actual equipo de gobierno implantó esta medida «para facilitar ese desembolso a los vecinos, ya que anteriormente el máximo eran cinco meses», explica el edil de Hacienda, Javier Ferreres.

Los resultados de esta decisión han sido «muy positivos» y junto al aumento del periodo de aplazamiento del abono «cuando ya existe una deuda» han hecho que se reduzcan los impagos, según el concejal. En el 2017 la recaudación fue del 91,60%, cuando en el 2014 estaba en el 85,02%, lo que supone que los ciudadanos mantienen una menor morosidad respecto de esta tasa.

«Cada vez hay menos personas que no pueden afrontar el abono de la contribución, que sabemos que supone un gran esfuerzo para muchas familias, por lo que hemos impulsado este tipo de medidas para facilitarlo», afirma Ferreres.

Quienes solicitaron este fraccionamiento el ejercicio pasado o el anterior no deben volver a realizar este trámite, puesto que se les aplicará automáticamente. No obstante, el plazo para pedir nuevos fraccionamientos o domiciliaciones en el consistorio finalizará el jueves 15 de marzo.