El Ayuntamiento de Portell comunicó ayer las familias que han sido seleccionadas para establecerse en la localidad y salvar la escuela. Entre las más de 20 propuestas recibidas, los elegidos son naturales de la Vall d’Uixó y de València. En total, se instalarán en el pueblo 10 nuevos residentes, cuatro de ellos en edad escolar que, junto a los que quedaban matriculados todavía, evitarán la clausura del aulario del Colegio Rural Agrupado (CRA) Celumbres.

Desde la capital del Turia llegarán Erica Ventura y Miguel Jiménez, los progenitores de Rosa María y Yumara, las futuras alumnas, que tienen ahora 3 y 2 años, respectivamente. «Estamos muy contentos y agradecidos», aseveran. Y es que la nueva historia de esta familia, tal y como relatan, nació en las redes sociales y con este rotativo. «Vimos el anuncio en una noticia de Mediterráneo, en el Facebook. Me interesé, llamé al Ayuntamiento y a partir de ahí todo el proceso hasta hoy», explica Erica. «Nos encontrábamos sin trabajo y atravesamos una situación complicada. Gracias a este periódico tenemos una nueva oportunidad», confiesa.

En Morella o Vilafranca

Mientras, la unidad familiar de la Vall está formada por seis miembros: los dos padres y cuatro hijos de 22, 14, 10 y 6 años. Estos dos últimos serán los que se escolarizarán en el aulario de la localidad, mientras que el de 14 años estudiará en el instituto de Morella o de Vilafranca.

Desde el consistorio se muestran abrumados por la repercusión y el éxito logrado por la propuesta lanzada para salvar el centro escolar. «Estamos muy satisfechos por el interés que despertó la noticia y muy agradecidos a todas las personas que se han interesado por venir a vivir a Portell», apunta el alcalde, Álvaro Ferrer, quien añade que «vamos a guardar toda la información que nos han hecho llegar los aspirantes y, si surge cualquier nueva oportunidad, les llamaremos».

Jugosa oferta

La atractiva oferta que lanzó el Ayuntamiento, como ya informó este periódico, consistía en dar trabajo y hogar, en régimen de alquiler, a cambio de inscribir a los menores para salvar el aulario local. El resultado fue que más de 20 unidades familiares se presentaron, por lo que se realizó un casting en toda regla, en el que se incluyó la entrega de currículums, así como los encuentros en persona con representantes consistoriales. El consejo escolar también ha tenido un papel determinante.

Fuentes municipales insisten en que para elegir a los agraciados se han seguido básicamente dos criterios: cubrir las necesidades del centro educativo y hallar un empleo en relación al perfil de los progenitores. «Esperamos que en dos años los seleccionados estén totalmente asentados en Portell para poder certificar el éxito de la iniciativa», apunta el alcalde Ferrer.