La Vilavella ha iniciado la Ruta dels Balnearis, que conlleva la visita de los puntos donde se encontraban los 11 edificios de este tipo con los que contó el municipio, así como otros cinco escenarios relacionados con el agua termal. El recorrido transcurre por el centro del casco urbano, donde están las instalaciones.

Conocedor de todos los entresijos de la historia termal en el municipio, el director del museo de la Vilavella, Joan Vicent, es el encargado de impartir una detallada explicación de la historia en cada uno de los lugares de interés al público congregado. La ruta parte de la única instalación de estas características que queda en la localidad, donde los visitantes pueden conocer los servicios que se ofertan.

La iniciativa ha sido impulsada por la Concejalía de Patrimonio, que apuesta por poner en valor los bienes y atractivos termales, bélicos, eclesiásticos, históricos y monumentales. «La Vilavella cuenta con un gran patrimonio en todos los sentidos, pero, sin duda alguna, el termal es el que más prestigio le ha concedido a este municipio, que hoy en día sigue recibiendo usuarios al único balneario existente», apuntó la concejala del área, Loles Orenga.

De hecho, se trata de un tipo de patrimonio que se remonta a la época romana, si bien el periodo de máximo esplendor fue en el siglo XIX, que se truncó con el estallido de la guerra civil, ya que varios balnearios fueron destruidos. Los que permanecieron se agruparon para subsistir.

«Con esta ruta se pone en valor esta parte de la historia local y se ubican cada uno de aquellos edificios y puntos de interés termal», explicó Orenga. De hecho, en cada espacio existe una placa con la imagen del balneario y el código QR, que traslada a la persona interesada a la web del Ayuntamiento para ampliar la historia de cada uno de ellos.