El alcalde de Vinaròs, Juan Bautista Juan, anunció ayer, acompañado del edil de Hacienda, Juan Amat, la suspensión durante un año del cobro del impuesto de construcciones, instalaciones y obras. Este tributo supone en la actualidad un 3,5% del importe del proyecto. También se elimina el abono de la tasa, que implica el 0,5% de la cuantía del presupuesto, en los casos que no supere los 350.000 euros. Esto significará para ellos una reducción del 4%.

Juan destaca que esta medida “hará que Vinaròs sea pionera en la eliminación total de este impuesto” y confía en que sea “un incentivo importante para generar mayor actividad en el sector del ladrillo en la localidad, ya que se pueden beneficiar los ciudadanos que decidan hacer una obra, puesto que pagarán menos, además de las empresas o los autónomos que las materialicen”.

El año pasado, el Ayuntamiento ingresó unos 200.000 euros en estos conceptos, cantidad que se calcula que será la que aproximadamente no se percibirá el próximo ejercicio, aunque se trata de una cifra variable, ya que depende de la cantidad de trabajos que se realicen en este periodo.

El primer edil subrayó la importancia de esta decisión “que implica una nueva evidencia de lo que está siendo seña de identidad del gobierno municipal, como es repercutir el progresivo saneamiento económico del consistorio en medidas que, además de rebajar las cargas tributarias a los ciudadanos, propicien generación de actividad económica”.

Esta medida se suma a otras adoptadas por el gobierno vinarocense, como la reducción del 15% del IBI a oficinas, locales y hostelería; la rebaja del 10% de la tasa de basuras y la bonificación del 20% en las plusvalías. H