El Ayuntamiento de Vinaròs está realizando las obras para dotar de agua potable cuatro partidas municipales que hasta ahora no disponían del servicio municipal. Se trata de las urbanizaciones Puigcerver, Montermita, la Closa y Vistabella, ubicadas en la sierra de la ermita. Durante estos días se está finalizando la conducción a su paso por la ermita de la Misericòrdia y Sant Sebastià, por lo que se están cumpliendo los plazos marcados al inicio de los trabajos, según informaron fuentes municipales. La inversión en esta actuación es de 700.000 euros.

El edil de Obras y Servicios, José Ramón Tárrega, señaló que desde el equipo de gobierno pensaron “que era imprescindible acometer esta intervención porque todos los vinarocenses tienen derecho a recibir un servicio como es el del agua potable y hoy esa voluntad es una realidad”.

La ejecución de esta infraestructura fue aprobada en el pleno en mayo, pero no obtuvo unanimidad. El punto salió adelante con los votos del PP, mientras que el resto de grupos se posicionó en contra. La oposición coincidió al considerar que la manera de financiar esta actuación, a cargo de todos los ciudadanos con un incremento en la factura trimestral del agua de 1,25 euros, era “injusta”. Apuntaron que se trata de una obra que deberían pagar los afectados con cuotas de urbanización y no toda la ciudadanía, ya que no es una mejora que afecte al conjunto de la población.

Por su parte, Tárrega defendió el interés general y recordó que los vecinos de estas partidas ya disponían de agua potable y una red de distribución, y “tienen los mismos derechos que el resto de vinarocenses”. El alcalde, Juan Bautista Juan, señaló que no se produce ningún agravio comparativo y calificó de “cínicas” las críticas, pues se empleó la misma fórmula de financiación la anterior legislatura cuando se realizó una actuación para mejorar la presión en zonas turísticas. H