El Ayuntamiento de Vinaròs tiene 48 nichos en la fase B de la ampliación del cementerio municipal que podrían ser utilizados en caso de necesidad y calculan que toda la urbanización de esta fase podrá estar realizada en el mes de agosto. Responden así a la situación «tremendamente preocupante», como la calificó el portavoz del PP, Juan Bautista Juan, en el camposanto, donde solo queda un nicho nuevo, como publicó ayer Mediterráneo. El edil de Obras y Servicios, Guillem Alsina, explicó que los problemas se produjeron al retrasarse la aprobación del presupuesto municipal del 2017 -entró en vigor el 20 de febrero-- debido a que había que resolver una alegación.

El concejal socialista recordó que 19 de enero quedaban cuatro espacios en el camposanto y desde el Ayuntamiento se dispusieron entonces 48 nuevos en esta zona de la ampliación. «Lo que más nos preocupa es la urbanización del entorno, ya que disponemos de esos elementos nuevos para poder dar sepultura a nuestros vecinos fallecidos, pero estamos trabajando con Servicios Técnicos para que esté finalizada este verano, tras sacarla de nuevo a licitación», detalló Alsina. Una nueva contratación que deberá realizarse debido a que la mercantil adjudicataria, que firmó el documento en febrero, según informó ayer el alcalde, Enric Pla, «se echó atrás». La empresa, según el acuerdo rubricado, tenía que levantar un total de 96 sepulturas nuevas para cubrir las necesidades hasta finales de año, además de urbanizar el entorno. Una construcción que ahora va a asumir el propio consistorio.

Los populares argumentan que la situación del camposanto se debe a la «nefasta gestión del equipo de gobierno», por lo que Juan reclama la dimisión del alcalde, Enric Pla, para quien el estado del cementerio es «preocupante, pero no dramático».