A las 14.00 horas comenzó la segunda Entrada de Toros y Caballos en Segorbe. Han sido cuarenta segundos de lo más intensos que han transcurrido desde el tradicional disparo de la carcasa, que revienta el cielo y altera los sentidos de la gente, hasta la llegada de las reses a la plaza de la Cueva Santa. Los reses han desfilado dentro de la herradura formada por los caballos casi perfecta que tan solo ha dejado fuera de la herradura al Buey quien ha estado en todo momento detrás de los caballos.

Como pasará durante toda la semana hasta el domingo incluido han sido 13 los caballos, con seis toros y un manso, los que han recorrido a una velocidad endiablada la céntrica calle de Colón de la ciudad de Segorbe, a toda velocidad, entre una multitud que sincroniza un movimiento ondulatorio similar a la de una cremallera, creando un espacio imposible, a modo de espejismo, de apenas unas décimas de segundo, y que permite que una vez más aparezca la magia de un espectáculo único en el mundo.Los amantes de la Entrada de Toros y Caballos, que se remonta ni más ni menos que al siglo XV, ha transcurrido así de una forma vistosa, haciendo las delicias de los alli presentes.