La población de Mascarell, unos 250 vecinos, tiene la singularidad de vivir rodeado de todo un recinto amurallado. Sus orígenes se remontan a la época de la Conquista y a lo largo de su historia formó parte de la baronía y marquesado de Nules, junto con localidades como la Vilavella, Moncofa y la propia Nules.

Hace tres años se creó una asociación de residentes de Mascarell, que en la actualidad cuenta con más de 200 miembros. Su finalidad es reivindicar tanto actuaciones de recuperación y conservación del conjunto histórico-artístico como servicios para una mejor calidad de vida de sus habitantes.

Aunque depende administrativamente de Nules, Mascarell tiene en la actualidad servicio de atención médica y ATS diario, de lunes a viernes. En cuanto a servicios, figura el bar, la tienda, la panadería, la parroquia y el cementerio.

El presidente que representa a los habitantes, David Oliver, opina que "en la actualidad, Mascarell, declarado conjunto histórico-artístico, continúa en un estado de degradación al menos inexplicable, si se tiene en cuenta la teórica protección del patrimonio cultural que todas las administraciones deben ejercer". Al respecto, añade que "si se hubiera aplicado de forma correcta el Plan Especial de Ordenación Urbana se hubieran cortado de raíz actuaciones de particulares que influyen en la degradación del conjunto, y quienes realizan obras de reforma se hubieran beneficiado de las ayudas que deben aplicarse".

Sobre la actividad del ente, Oliver apuntó que "el pasado 27 de febrero la junta directiva de la asociación acordó dirigirse tanto al Ayuntamiento de Nules como a la Generalitat Valenciana para que afrontasen las actuaciones necesarias para la recuperación del Conjunto e incentivar el turismo y conseguir una mejor calidad de vida para sus habitantes".

Y este próximo lunes, la junta volverá a reunirse, "para tratar la posibilidad de otro tipo de actuaciones reivindicativas".

Espíritu de lucha

Un espíritu histórico de lucha que caracteriza a Mascarell, cuyos habitantes eran en su totalidad musulmanes, hasta inicios del siglo XVI. Como consecuencia del bautismo forzoso y la colaboración de los moriscos de Mascarell con los piratas berberiscos, así como de la huida de casi la mitad de sus vecinos; Maria de Cardona, Señora de Nules, en 1553, tras repoblar la villa con cristianos viejos, ordenó construir las murallas.

Un lienzo que del lado de Burriana sigue sin reconstruirse, a pesar de que en su día la Conselleria encargó el proyecto al arquitecto Francisco Taberner. La recuperación llevada a cabo en los años 80, con materiales inadecuados, hoy en día deja ver el ladrillo con que se realizó y en el interior son pocas las construcciones que han respetado los elementos singulares.