Enteros, frescos y algo despeinados terminaron los más de 400 senderistas que ayer tomaron parte en la XIV Volta a Peu pels Aljubs de Benicarló. La caminata tuvo como protagonista el viento. Los esforzados participantes soportaron, en algunos tramos, rachas de más de 30 km/h. Esto provocó que algunos de los inscritos optaran por quedarse en sus casas y la vuelta registrara una asistencia algo menor a la prevista. Sin embargo, aquellos que no se dejaron amilanar por climatología pudieron pasar una entretenida mañana disfrutando de la naturaleza, practicando deporte, conociendo parte del patrimonio etnológico y degustando productos típicos de la gastronomía local.

Los más madrugadores realizaron el recorrido para expertos; a las 8 de la mañana salieron del pabellón municipal dispuestos a completar los 27 kilómetros de los que constaba la ruta de mayor dificultad. En el camino visitaron los cuatro aljibes más conocidos pasando por el Corral del Petiquillo, Los Navarros, el Rocío, la Basseta del Bovalar hasta el Aljibe del Mas de Fabra.

Una hora más tarde salió el segundo grupo, con más de 300 participantes entre los que se encontraba la alcaldesa de la ciudad, Xaro Miralles. Estos completaron un recorrido de más de 17 kilómetros y visitaron los aljibes de la Pistola y el del Polígono.

Los caminantes contaron con el apoyo de la Policía Local, equipo sanitario y de varios miembros de la Peña L’Arjup, organizadora del evento, que repartieron ánimo, bebidas y viandas.

La mejor recompensa la obtuvieron al llegar a meta, donde les esperaba una humeante ración de olleta benicarlanda elaborada por el equipo de eventuales cocineros dirigidos por Benjamín del Castillo y Patxi Pérez. H