El Ayuntamiento de Xilxes iniciará el lunes el tratamiento, valorado en unos 300.000 euros, para resolver el problema de contaminación por hidrocarburos que afecta a parte de la red de suministro de agua potable en la zona costera desde que se produjera el vertido, el pasado verano.

Tras la reunión mantenida en diciembre con los vecinos perjudicados, en el transcurso de la cual se expuso que los afectados debían abonar 1.400 euros por hogar para solucionar el tema de las instalaciones interiores de agua potable de las viviendas, el alcalde, Vicente Martínez, explicó ayer a este periódico que el pago por parte de los residentes se aplazará. “Se pospondrá a expensas de comprobar la efectividad de la técnica experimental que se llevará a cabo en el municipio y que ya cuenta con el visto bueno de la Conselleria de Sanidad”.

Martínez relató que, en la actualidad, hay 54 inmuebles damnificados por el vertido, cuyo presunto responsable se encuentra a expensas de lo que dictamine el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 2 de Nules, que instruye las diligencias por un supuesto delito contra el medio ambiente, “causa en la que está personado el Ayuntamiento, por lo que hasta que no se resuelva la situación judicial no se le puede ni se le debe reclamar nada a esta persona”, apuntó. No obstante, el munícipe recordó que se inició un expediente sancionador encaminado a la reparación de los daños causados por estos hechos.

Por ello, “en aras de recuperar cuanto antes la normalidad en las casas --argumenta el primer edil--”, desde el consistorio han “intentado encontrar la solución óptima, más barata y menos traumática para los afectados, que no son los responsables”. La actuación consiste en una pionera técnica basada en la limpieza de los conductos con hielo, que ya tiene la autorización de la Dirección General de Salud. “El contrato lo cierra el consistorio con la empresa, de modo que obtenemos un precio público, más ventajoso, cuyo pago se aplaza hasta verificar la eficacia de la intervención”, afirma Martínez.

dos controles // Concretamente, las actuaciones se realizarán en dos fases, la primera se llevará a cabo los próximos lunes, martes y miércoles y afectará a 12 calles y 26 hogares, mientras que la segunda parte se efectuará en junio. “A los 15 y a los 45 días del tratamiento se efectuarán unos controles para comprobar cómo ha ido y, si el resultado es óptimo, la empresa lo facturará al Ayuntamiento”, y este lo requerirá a los afectados. “Luego pueden reclamar al consistorio, donde hay abierto un expediente de responsabilidad patrimonial para evaluar si la corporación local tiene algún grado de responsabilidad en estos hechos”, finalizó.

La Diputación de Castellón aportó 50.000 euros para ayudar al Ayuntamiento a normalizar la situación tras el incidente.

El sistema que se aplicará, llamado ice pigging, consiste en inyectar granizo de hielo por las cañerías, que arrastra a su paso toda la suciedad existente. Al introducirlo en la tubería, forma un tapón que se lleva los sedimentos y los depósitos y produce un efecto desincrustante. H