El expresident de la Generalitat Francisco Camps cumplió ayer nueve años como implicado en el caso Gürtel y, pese al «ratito largo» que le auguraba entonces, le tiene sumido en una pesadilla procesal y mediática que no cesa. El 19 de febrero del 2009 dos periódicos publicaron que la Fiscalía Anticorrupción le implicaba en la trama que investigaba Baltasar Garzón debido a una frase de una imputada que aludía al pago de 30.000 euros en trajes para él, algo que él desmintió públicamente.

El 5 de marzo Garzón envió la rama valenciana del caso Gürtel al Tribunal Superior de Justicia valenciano. Garzón acusaba a Francisco Camps de adquirir trajes por 12.783 euros pagados por Orange Market a cambio de otorgar adjudicaciones a esta sociedad; en julio se dictó auto de procesamiento por indicios de cohecho pasivo impropio. El 20 de julio del 2011 Camps dimitió como president de la Generalitat tras proclamar su inocencia. El 12 de diciembre empezó el juicio y el 25 de enero de 2012 el jurado popular le consideró no culpable.

En el 2018, antes de declarar como investigado en una nueva pieza del caso Valmor por la organización de la Fórmula Uno, declara: «Me seguiré defendiendo con entereza, serenidad y ganas de que termine esto lo antes posible».