Eel expresidente del Consell, el popular Francisco Camps, negó ayer en el Congreso ante la comisión de investigación sobre la presunta financiación ilegal del PP, no solo cualquier participación en pagos irregulares, sino todo el relato de acusados en la pieza valenciana del caso Gürtel, como el exsecretario general del PPCV, Ricardo Costa, quien le señaló como el artífice del sistema por el que el partido obtuvo recursos de forma ilegal para varias campañas electorales.

Camps, quien aseguró que siente «el cariño» de Mariano Rajoy y de todos los cargos de Génova, incluida Mª Dolores de Cospedal, quien opinó sobre su afirmación que «mantener una relación de humanidad es algo bueno», mostró una actitud desafiante en buena parte de la sesión. Interrumpió a los portavoces de los grupos en repetidas ocasiones, se ganó recriminaciones por parte del presidente de la comisión, Pedro Quevedo, y mantuvo rifi-rafes diversos con los diputados, entre ellos, con el socialista castellonense Artemi Rallo, y la parlamentaria de ERC, Ester Capella.

Reprochó a esta última que hablara de País Valenciano, término del que dijo: «Eso no existe», para añadir que «esta mujer ha venido a insultar a los valencianos». A Rallo le recriminó su «impertinencia» por decir que el PP le trata como a una «manzana podrida». En ese momento, Camps reclamó al PSOE que pida perdón por haberle acusado en el caso de los trajes en un tono que Rallo censuró como «arrogante».

cuentas ajustadas a derecho // Camps defendió que las cuentas del PP «han sido siempre legales y ajustadas a derecho», en su declaración, que transcurrió durante dos horas y media y en la que todos los diputados, excepto el popular, protagonizaron algún momento de tensión ante un batallador Camps que dijo sentirse «orgulloso» de su gestión.

«Mi vocación siempre han sido las personas y mis compromisos, España y el PP», aseveró al finalizar el expresidente valenciano, que fue absuelto del caso de los trajes pero está ahora siendo investigado en varios asuntos de corrupción, por presuntas irregularidades por la visita del Papa y en relación con el circuito de la Fórmula Uno en València.

Unos casos por los que dijo no estar preocupado: «Ni un solo euro fue desviado ni para enriquecerme a mí mismo ni a nadie de mi entorno, ni de mi familia, ni a mi partido político. Jamás, nunca. Esa es mi tranquilidad, esa es mi serenidad, y así es como puedo mirar a los 47 millones de españoles todos los días».

Sobre las acusaciones contra él del Costa, quien le responsabilizó de encargar financiar con dinero negro de empresarios las campañas del 2007 y el 2008 fue igual de tajante. «Le puedo asegurar que eso no es así», manifestó al respecto, y recordó que Costa y los empresarios que han colaborado con la Fiscalía confesando comisiones han estado «nueve años diciendo lo contrario».

Aunque aseveró que las cuentas del PP siempre han sido correctas, se apresuró a señalar que él no estaba al tanto de ellas, puesto que no era su labor como presidente de la Generalitat: «Es un tema al que no le he dedicado ni un solo segundo de mi vida, porque no era mi responsabilidad», puso de manifiesto.