Compromís era un polvorín y acaba de estallar. A seis meses de las elecciones, la coalición sigue sin tener candidatos y ha sido incapaz de aprobar el reglamento para celebrar primarias abiertas con las que elegir al cabeza de lista a la Generalitat y a las capitales de provincia. El Consell General demostró ayer que la coalición es un matrimonio de conveniencia y rechazó el acuerdo aprobado por la dirección hace apenas una semana, y que facilitaba la presentación de Mónica Oltra (Iniciativa) como aspirante a la presidencia de la Generalitat valenciana con Enric Morera (Bloc) de número dos.

La propuesta debía ser ratificada por dos tercios del Consell pero, finalmente, las cosas no salieron como estaban previstas, lo que implica que habrá que volver a empezar desde el principio y reformular un acuerdo que ha costado meses en alcanzarse y que incluía las reservas de pluralidad en las listas de las que el Bloc tanto recelaba. El resultado, ayer, fue de 103 votos a favor, 33 en contra y 25 abstenciones. Para que el acuerdo saliera adelante se necesitaban 4 sufragios más.

Y no ha salido adelante, porque una parte del núcleo duro del Bloc (la formación mayoritaria dentro de Compromís y que lidera Enric Morera) ha dicho que no al reglamento ya que, en su opinión, favorecía a partidos con muchos menos afiliados y estructura: Iniciativa, el partido de la mediática Mónica Oltra, Els Verds y los independientes de Gent de Compromís.

Uno de los detonantes de la ruptura del aparente consenso alcanzado en las últimas semanas se sitúa en Castellón. Ayer, y antes de votación del reglamento para las autonómicas, se debatió el de las capitales. Había dos opciones: la del Bloc que pasaba por una lista sin reserva de pluralidad; y la de Iniciativa que pretendía la reserva de los puestos 2 y 4 de la lista para los otros partidos minoritarios de la coalición. Esta última opción fue la vencedora. El Bloc de Castellón, con Enric Nomdedéu a la cabeza, se opuso tajantemente a la reserva de cuotas para los minoritarios, y esa posición acabó influyendo en las votaciones finales.

Con los ánimos calientes por el resultado adverso del Bloc en Castellón, se procedió a la votación del reglamento autonómico, donde no se alcanzó el acuerdo inicialmente previsto. Y esa decisión sitúa a la coalición valenciana en una posición muy débil, al borde de la ruptura. Y lo peor, a estas alturas, es que nadie sabe cuál es la mejor receta para reconducir la situación y que las aguas, finalmente, vuelvan a su cauce.

¿CÓMO SALIR DE ESTA? // Iniciativa y Els Verds, las dos opciones minoritarias dentro de la colación, parece que tienen clara cual va a ser su hoja de ruta a partir de ahora. Ambos partidos dan por bueno el acuerdo adoptado por la dirección y emplazan a la cúpula del Bloc a que haga lo mismo sin pasar, de nuevo, por el Consell General. “Queremos que siga adelante el acuerdo que se alcanzó por unanimidad en la ejecutiva de Compromís y que se alcance un acuerdo sin que se tenga que volver a reunir el Consell General para votar de nuevo”, explicaron fuentes de la formación.

Morera, tras pedir “autocrítica por parte de todos”, se manifestó en otra dirección, aunque confió en llegar a una entente. “Debemos esforzarnos para que haya un reglamento aceptado por la mayoría de los miembros del Consell General”, dijo. El problema es que el tiempo juega en contra. H