El magistrado del Tribunal Supremo Cándido Conde-Pumpido pidió ayer no precipitarse ni prejuzgar casos como el de la exalcaldesa de Valencia Rita Barberá, que murió de un infarto el 23 de noviembre, dos días después de que le tomase declaración. El magistrado estima que no hay que vincular directamente el fallecimiento de Barberá al proceso ni al tratamiento del mismo por parte de los medios.