El Gobierno valenciano dio ayer luz verde al proyecto de ley de mancomunidades de la Comunitat, una norma que impulsa la organización supramunicipal, especialmente en el ámbito comarcal, en detrimento de las diputaciones que, como dice el texto que ahora deben corroborar Les Corts, deben priorizar los proyectos de estas entidades en sus planes y programas diversos.

Se trata de la misma norma legal que el presidente del Consell, Ximo Puig, anunció hace poco menos de un año y por la que pidió «un paso atrás» a las diputaciones para permitir el fortalecimiento de las mancomunidades.

La vicepresidenta del Ejecutivo autonómico, Mónica Oltra, informó tras la reunión semanal del Consell de que el proyecto de ley ha obtenido el informe favorable del Consell Jurídic Consultiu.

objetivos // El objetivo que explicita la información facilitada por la Generalitat es el de fomentar el desarrollo de las mancomunidades y de los municipios, para los que la letra de la ley los configura como un «eje básico» en la prestación de servicios.

Se establece también en el proyecto de ley que la Generalitat y «las diputaciones provinciales prestarán especial asesoramiento y apoyo a las mancomunidades de ámbito comarcal, y, siempre que resultara posible, prestarán asesoramiento y apoyo al reconocimiento de ámbito comarcal de las mancomunidades ya existentes que no tengan tal carácter».

En la misma línea, el texto añade que «las inversiones propuestas por las mancomunidades que supongan ejecución de obras y servicios en beneficio de varios municipios tendrán carácter prioritario en los planes provinciales de obras y servicios, así como dentro de los programas y planes de inversiones de los s departamentos de la Generalitat».

comarcas históricas // Este proyecto de ley establece la distinción entre la nueva figura de mancomunidades de ámbito comarcal y las actuales mancomunidades de servicios.

En todo caso, el Consell señala que «se pretende favorecer la creación de un tipo de mancomunidades basada en las delimitaciones territoriales históricas», puesto que «el desarrollo de las mancomunidades es uno de los objetivos de la vertebración territorial», concluye el Ejecutivo.

La integración en una mancomunidad, ya sea comarcal o de servicios, será voluntaria con el fin de servirse de ellas para la prestación en común de servicios y la ejecución de obras de su competencia. Además, los municipios mancomunados podrán participar en alguna o en todas las actividades que constituyen el objeto de la mancomunidad.