El pleno del Consell ratificó este viernes en Castellón su decisión de personarse en la causa judicial que investiga posibles irregularidades en contratos de la fundación que organizó la visita del Papa a València en 2006 para intentar «recuperar todo el dinero que se desvió presuntamente de manera ilegal», explicó la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, quien dijo que la cantidad estará por encima de los 22,2 millones en los que se ha cifrado en principio el evento cuestionado.

Oltra aseguró que la connotación que algunos dieron al V Encuentro Mundial de las Familias, al considerarlo como un «saqueo de las arcas públicas».

«Se referían a otro tipo de familia», criticó con ironía. Aseguró que la voluntad del Consell con su personación en el juicio es la de «poner luz a la oscuridad» en este asunto, averiguar cuántos gastos se hicieron con contratos «presuntamente ilegales» y, finalmente, recuperar el dinero para las arcas públicas valencianas.

Destacó que la investigación judicial afecta a la práctica totalidad de las consellerias del antiguo gobierno del PP, del mismo modo que a empresas públicas de la Generalitat. Según Oltra, los costes de la visita papal incluyeron, entre otros, 3,1 millones en el alquiler de urinarios, 1,5 millones en la construcción de un altar-escenario y 1,7 millones en alojamientos de asistentes pertenecientes a la curia eclesiástica, y ha indicado que la fundación acumulaba en el 2010 pérdidas cercanas a los siete millones.

Oltra indicó que la Generalitat se vio obligada a extinguir las deudas generadas, así como que empresas públicas y consellerias pagaron los gastos de la visita, lo que «elevaría sustancialmente la cifra total». La vicepresidenta y portavoz del Consell insistió en que con el acuerdo adoptado ayer en Castellón el Ejecutivo quiere «poner luz a la oscuridad de estos números», averiguar cuántos gastos se hicieron con «contratos presuntamente ilegales».

El juzgado que investiga esta causa decidió la semana pasada citar a declarar como investigados al expresident de la Generalitat Francisco Camps y al obispo auxiliar de València y presidente de la Fundación V Encuentro Mundial de las Familias.