El vila-realense Ramon Ferrer tomó ayer posesión de la presidencia de la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL) en un acto celebrado en València, presidido por el president, Ximo Puig, y con la presencia del conseller de Educación, Vicent Marzà; el presidente de la Diputación, Javier Moliner, junto al diputado de Cultura, Vicent Sales; el síndic major, Vicent Cucarella; o el vicepresidente segundo de Les Corts, Alejandro Font de Mora, además del decano de la Real Acadèmia de Cultura Valenciana y el presidente del Institut d’Estudis Catalans, Joandomènec Ros, entre otros.

Ferrer apeló a la «unidad» y al «diálogo», en un discurso en que puso el acento en que la «AVL debe mantener su independencia al margen de las interferencias, preferencias o convicciones políticas, y esta independencia es la que le debe guiar por el camino del rigor filológico y académico».

Esta legislatura debe ser la de la «consolidación y proyección de la institución», dijo el vila-realense, que puso el acento en la «necesidad de fortalecer la lengua». «Fortalecer el valenciano garantiza el autogobierno; debilitarlo nos condena a ser un pueblo subalterno», argumentó.

Moliner destacó: «Las instituciones públicas tenemos que proteger y defender nuestra lengua, cultura y tradiciones, ya que forman parte de nuestra esencia» y que «el valenciano es un instrumento que nos une, que entre todos debemos abonar y cuidar».