El pleno de Les Corts aprobó ayer, con los votos a favor del PSPV, Compromís y Podem, en contra del PP y Ciudadanos, y la abstención de los exdiputados de este último grupo, los presupuestos de la Generalitat para el 2018, los terceros presentados por el Consell que preside Ximo Puig. De este modo, el Pacte del Botànic hace las paces después de meses de ciertas desavenencias y saca adelante las cuentas públicas.

La aprobación, tras debatir las 1.460 enmiendas que quedaban pendientes, fue celebrada con aplausos de los diputados de los grupos que los han apoyado puestos en pie, incluidos el presidente, Ximo Puig, la vicepresidenta, Mónica Oltra, y el resto del Consell. Los presupuestos de la Generalitat para el próximo ejercicio ascienden a un total de 15.224 millones de euros, lo que supone un 6,7% más que este año, y destinan sus mayores partidas a las conselleries de Sanidad (6.390 millones), Educación (4.720 millones) e Igualdad y Políticas Inclusivas (1.194 millones).

Puig destaca que la Comunitat Valenciana es una de las primeras comunidades autónomas de España en tener los presupuestos aprobados, algo que está pendiente en otras regiones y el Gobierno de España, y reivindica que se evidencia que la «diversidad» en el ejecutivo «no es sinónimo de inestabilidad, sino lo contrario», puntualiza el morellano.

firma del acuerdo // El visto bueno de estas cuentas estuvo precedida por la firma de un acuerdo entre los tres partidos que apoyan al Consell para ampliar la fiscalización de su ejecución y blindar las partidas sociales, como pedía Podem para apoyar unas cuentas que, en su inicio, no le gustaban y en los que han introducido cambios mediante enmiendas. Este acuerdo supone ahora la creación de una comisión de seguimiento.

Por su parte, la vicepresidenta del Consell destaca «lo fácil que es hacer Botànic» y valora que, con este acuerdo, los tres firmantes del pacto del Botànic (PSPV, Compromís y Podem) se vinculan por igual con la gestión diaria y la ejecución presupuestaria. «Eso supone más implicación de Podem», manifiesta Mónica Oltra, quien destaca el blindaje de los servicios públicos esenciales «frente a posibles amenazas externas». El portavoz de Podem se felicitó por que este acuerdo haya salido adelante con la rapidez que lo ha hecho y de que se pongan en marcha nuevas formas de acercar a la ciudadanía y los partidos el conocimiento del estado del presupuesto, y medidas que hagan que estas cuentas «sean más sociales y transparentes».

Críticas // Por su parte, el PP y Ciudadanos consideran que el acuerdo alcanzado entre los partidos que integran el Consell y Podem para crear una comisión de seguimiento de la ejecución del presupuesto autonómico para el 2018 refleja «falta de confianza» y que «nadie se fía de nadie». El diputado del PP en Les Corts Rubén Ibáñez ve «casi normal» que se tenga que firmar un acuerdo para fiscalizar las políticas de Consell ya que «cuando un gobierno a 30 de noviembre lleva ejecutado el 34% de las inversiones, no sé si es para estar moderadamente satisfechos», pero sí «para no fiarse», subraya el ondense.

El diputado popular también denuncia que esas medidas de fiscalización se hagan «en un despacho en vez de aprobarse en el hemiciclo» de Les Corts.

La portavoz de Ciudadanos, Mari Carmen Sánchez, indica que dicha comisión de seguimiento es un órgano «controlador» que deja entrever «las tiranteces» y el «recelo» que existe entre los partidos del pacto de gobierno.

características // Las cuentas autonómicas para el 2018 incluyen una partida de 1.325 millones de euros para reivindicar una financiación autonómica justa, destinarán al día 34,9 millones de euros a inversión y dedicarán 200 millones al plan Edificant, proyecto planteado para la reforma y construcción de centros educativos, y 88 millones a la renta valenciana de inclusión, una de las principales promesas de Oltra. Las mismas también prevén 12 millones al pacto valenciano contra la violencia machista y 55 millones para la Corporació Valenciana de Mitjans de Comunicació, entre otros.