El president de la Generalitat, Ximo Puig, señaló ayer que el cese de Julià Àlvaro como secretario autonómico de Medio Ambiente es un cambio «como habrá otros en el futuro», pero «no afectan a lo que son las políticas».

Puig manifestó que como máximo responsable del Gobierno valenciano quiere «un equipo unido, cohesionado y que mira el interés» general más allá de cualquier personalismo.

Puig agradeció a Álvaro el trabajo al frente de la secretaría autonómica y subrayó que ha sido una persona «importante» en esa etapa, pero que la consellera decidió formalizar un cambio que desde el Consell respetan.

En cambio, para el PP su destitución «tenía que haberse producido antes». La diputada del PP en Les Corts Elisa Díaz afirmó que Álvaro «quería esta competencia para paralizar los grandes proyectos urbanísticos» de la Comunitat «únicamente por sectarismo». Por ello, pidió a Puig que «sea responsable y active todas las políticas medioambientales paralizadas desde hace casi tres años». A juicio del PP, Puig «ha fallado» en las grandes inversiones por proyectos urbanísticos o autorizaciones industriales, en gestión de residuos y en gestión forestal, porque «ha permitido que se aplicara una ideología sectaria en lugar de aplicar una política para solucionar problemas».