El president del Consell y líder del PSPV, Ximo Puig, rechazó ayer de plano cualquier conexión de las irregularidades en la Diputación de Valencia con una presunta financiación ilegal de su partido, que negó de forma tajante, en una jornada en la que admitió el «coste personal y político» de la operación Alquería, y en la que el juez dejó en libertad con cargos y sin fianza al presidente de la institución provincial y alcalde de Ontinyent, Jorge Rodríguez.

Puig afirmó que no hay «ningún tipo de financiación ilegal» del PSPV porque las aportaciones voluntarias de los miembros del partido son «legales» y se enmarcan en la legislación vigente y la propia dinámica interna de los partidos. Señaló también que la investigación actual «está circunscrita a lo que está circunscrita» y no está relacionada con la financiación del partido.

El secretario general de los socialistas valencianos, quien dijo confiar en que «pronto se sabrá la verdad», explicó que el PSPV ha actuado de manera preventiva al decidir la suspensión de los cargos orgánicos de Jorge Rodríguez en el partido dada la «alarma social» que existe en una Comunidad que vive «en estado de shock postraumático después de años terribles de corrupción del PP».

También justificó las decisiones adoptadas en la necesidad de ejemplarizar la acción política del partido socialista, que ha asumido la responsabilidad política «en cualquier ámbito, en cualquier situación, en cualquier institución» y seguirá así porque es «fundamental» levantar la hipoteca reputacional heredada.

rodríguez, «muy tranquilo» // En cuanto a Jorge Rodríguez, el presidente de la Diputación de Valencia y los otros cinco detenidos por corrupción en el marco de la operación Alquería quedaron en libertad, pero siguen investigados por malversación y prevaricación por supuestas irregularidades en la contratación de personal, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia. Los seis detenidos fueron trasladados a la Ciudad de la Justicia de València poco después de las 16.00 horas en dos furgones policiales, y a las 18.15 horas abandonaban por su propio pie las dependencias judiciales tras acogerse a su derecho a no declarar ante el titular del Juzgado de Instrucción número 9, que instruye el caso.

Rodríguez, quien podría dejar la Diputación por la presión que han generado las imputaciones, pero también atrincherarse en la alcaldía de Ontinyent, donde gobierna con mayoría absoluta, declaró a su salida de los juzgados que estaba «muy tranquilo», que se encontraba en «libertad sin fianza» y que todo había «salido bien», aunque reconoció que su arresto y pasar la noche en los calabozos de la Policía Nacional en el cuartel de Zapadores «no ha sido una situación fácil».

Arropado por familiares y entre una nube de periodistas, Rodríguez, al ser preguntado por la destitución de sus cargos orgánicos en el PSPV-PSOE y la propuesta de sustitución al frente de la Diputación, consideró que las decisiones adoptadas por su partido son «lógicas en una situación como esta», para añadir sobre su declaración que no podía «decir nada porque todo está bajo secreto de sumario» y tiene que saber primero «de qué se acusa».