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Premio al mejor documental en el Festival de Cine de Varsovia, gran premio al mejor documental y premio del público en el Festival de Cine Listapad de Minsk, mejor película lituana 2017 y Premio Unión Lituana de cineastas, gran premio a la mejor película documental y premio del público en el Festival de Cine de Trieste... La cinta documental Wonderful losers: a different world, del cineasta lituano Arünas Matelis, está cosechando desde su estreno todo tipo de reconocimientos de crítica y público, como pudo comprobarse el pasado mes de mayo cuando pudo visionarse en el prestigioso certamen Docs Barcelona o recientemente en los Silver Crane Awards, los «premios Goya» lituanos, en los que se alzó también con el premio al mejor documental, el del público y, lo que para Castellón es más importante, el premio a la mejor banda sonora, obra de Alberto Lucendo.

El castellonense, residente en Berlín desde hace unos años, ha vuelto a sorprender a propios y extraños con su faceta de compositor. El propio Matelis le brindó la posibilidad de participar en este proyecto tras la recomendación que le procuraron desde la productora valenciana Suica Films, participante en esta película y con la que Lucendo había trabajado anteriormente. Tras una «entrevista por skype» y un par de emails, el productor y compositor castellonense inició un proceso de composición sin ninguna referencia previa. «Matelis me dejó absoluta libertad, un papel en blanco», reconoce. Si bien tuvo que «superar» una prueba de fuego previa. «Una de las escenas que musiqué no terminó de convencerle. Me dijo que para él tenía que sonar como dos planetas bailando delante del sol», explica Lucendo, y prosigue: «Con eso me tuve que buscar la vida, volver al estudio y crear una nueva canción. Al día siguiente se la envié y me respondió: ‘Ahora que sabes cómo suenan dos planetas bailando delante del sol, podemos seguir trabajando juntos’».

Otra perspectiva del ciclismo

Para crear la banda sonora de esta película, confiesa Alberto Lucendo que le inspiraron dos factores. «Uno, la profundidad y la poesía que transmite Arünas con las imágenes, las cuales me guiaron hacia unas músicas neutras, profundas y suaves, que acompañan algunas escenas», señala. La otra, «fue la fuerza de los personajes de la cinta, ciclistas gregarios, que hacen grandes esfuerzos por su equipo y su capitán, gente que lleva su pasión hasta el límite que el cuerpo humano ofrece».

Ese esfuerzo, dice, le ofreció «otro tipo de inspiración musical, más orgánica, rítmica y repetitiva, como es la sensación de hacer ciclismo».

Matelis narra en esta cinta el periplo durante siete años de aquellos ciclistas gregarios que sacrifican sus carreras profesionales por la gloria de sus compañeros de equipo y reflexiona sobre qué les lleva a continuar pedaleando en el anonimato más absoluto. Esa sensación y exigencia queda perfectamente reflejada en la música de Alberto Lucendo, quien asegura que «una de las cosas más difíciles de conseguir con una banda sonora es conectar la música con lo que está sucediendo de una manera que parezca natural y orgánica». Él lo ha conseguido y ha sido premiado.