La Generalitat valenciana anunció ayer la nueva regulación para la recolección de la trufa en la Comunitat. Entre las novedades que incluye la normativa destaca la posibilidad de alargar o acortar la temporada, así como ponen cerco a los furtivos y a las malas prácticas. El técnico de Portell y buscador del preciado hongo, José Antonio Cruz, apunta que «si la autoridad competente, es decir la Conselleria de Agricultura, lo decide, se podrá comenzar antes la campaña y estirar o acortar su final por un periodo de 15 días». Las condiciones meteorológicas serán un factor clave para posibles cambios en el calendario.

La legislación presentada por el Consell, en líneas generales, mantiene las bases que se seguían hasta ahora, con unas directrices muy claras. El periodo para buscar la más preciada en Castellón, la trufa negra (tuber melanosporum), será desde el 16 de noviembre hasta el 15 de marzo. Mientras que la de verano arrancará el 16 de mayo y se alargará hasta el 15 de septiembre. Unas fechas que pueden variar con las renovadas condiciones legislativas.

Respecto a la recogida, solo se podrá hacer con perros adiestrados. Además, el reglamento estipula las herramientas permitidas y con cuáles no. «La extracción de la trufa se hará con la ayuda de un machete trufero, con hoja terminada en punta y con dimensiones máximas de 35 centímetros de largo, incluido el mango, y 12 centímetros de ancho», apunta el artículo 5 de la orden autonómica. También se establece la prohibición de recolectar por la noche y siempre bajo consentimiento del dueño del terreno. Si es terreno público, bajo la aceptación del municipio.

«Las obligaciones nos parecen bien, de sentido común. Somos los primeros que queremos que se respete el monte, no podemos permitir prácticas que dañen al medio ambiente, la trufa y al resto de buscadores», señala Cruz.

Revulsivo turístico

La publicación de la ordenanza en el DOGV coincidió con el arranque de las XV Jornadas de la Trufa que se desarrollan en Els Ports. El restaurante Casa Roque de Morella abrió ayer por la tarde los showcookings dedicados al oro negro que producen las montañas de la zona, que ha alcanzado este año los 1.000 euros por kilo. «Es un revulsivo para estos fines de semana y un atractivo más para la localidad», según el edil de Turismo morellano, Jorge García.

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