Castellón será el día 21 la única ciudad española que se apunta a las Jam o encuentros de la programación computacional y de los juegos y aplicaciones de los miniordenadores Raspberry Pi, dentro de la Semana Europea de la Programación. Con el patrocinio de Google, el IES Penyagolosa será el epicentro de la cita, dirigida bien a estudiantes, bien a apasionados de la tecnología de los 10 a los 25 años, que podrán participar en tres talleres de 90 minutos en los que aprenderán a programar y a utilizar las Raspberry Pi para controlar, por ejemplo, el encendido de luces, hacer sonar una alarma, mover un minirobot MBot hacer volar un dron, o crear programas 3D o de realidad virtual y videojuegos.

Pero, ¿qué es una Raspberry Pi? Lo explica el profesor de Informática del IES Penyagolosa Joaquín López, miembro del colectivo organizador, Robotme. Es, dice, «un ordenador del tamaño de una tarjeta de crédito, que se conecta a una pantalla y un teclado; es una placa que soporta varios componentes necesarios para un ordenador común, como puertos USB o conectores, y que es capaz de hacer muchas de las cosas que hace un PC, desde hojas de cálculo a textos y juegos». Es la parte que explotan los Raspberry Jam, citas que se hacen en medio mundo, desde EEUU a la India, Japón, México, Italia, Chile, Estambul, Brasil y Australia, pero, sobre todo, está plenamente instalado entres los amantes de la tecnología de Reino Unido. En España, Castellón será pionera.

Jóvenes nativos digitales

Esta tecnología apareció en el 2006, pero empezó a extenderse por todo el mundo en el 2012. Y por unos 30 euros, «es un gran activo en la enseñanza de las ciencias y la computación en niños y jóvenes». En la Jam, «habrá 10 miniordenadores para las tres sesiones, trabajando en parejas», explica López. Y al que haga el mejor reto, se le premiará con uno de estos miniordenadores.

«Hoy por hoy, los jóvenes, nativos digitales, consumen tecnología, la leen, la escriben, pero no la crean ni saben cómo funciona en sus tripas. Esta es una forma de que se interesen y pasen de ser meros espectadores a actuar, a crear contenido y a aprender jugando».

Los promotores recomiendan que los más pequeños acudan con sus padres, aunque apuntan a que «no son retos difíciles». De momento, la Jam Castellón suma ya 30 inscritos, y se prevé llegar a los 60. Los que quieran participar solo han de entrar en Evenbrite e inscribirse. «Es un encuentro para todos, los que empiezan y los que ya saben, que queremos implantar y consolidar en Castellón», explica el experto.

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