Cuando se descubrió que Armstrong había ganado sus Tours dopado hasta las cejas le quitaron sus premios para dárselos a los siguientes ganadores. También hemos visto a muchos medallistas olímpicos perdiendo sus medallas, y la vergüenza recayó sobre ellos.

Ahora va y, según nos cuentan el Bigotes y Correa, el PP de las elecciones del 2003, 2007 y 2011 fue premiado con el premio del Gobierno de la Generalitat totalmente dopados con dinero de la trama que nos sacaron de nuestros bolsillos para ir a parar a los de Orange Market. La cual le montaba al PP grandes mítines llevando a miles de valencianos en autobuses con billete y bocadillo pagado y con espectáculo piromusical incluido. Vallas electorales por todos los lados. Algunas de ellas anunciando la próxima llegada del AVE a Castellón.

Si la justicia considera probado que ello fue así, más que un simple dopaje lo que sufrimos los valencianos fueron reiterados golpes de estado. Pero, si se demuestra lo que parece ser que ocurrió, se les debería quitar el premio. Se me ocurre que lo más correcto sería que los diferentes consellers y conselleras de los gobiernos de Paco Camps, José Luis Olivas y Alberto Fabra, deberían devolver todos los sueldos que recibieron mediante su gobierno. Con ello no busco que devuelvan lo que se llevaron, porque ya es imposible. Pero debería haber una declaración en la que quedara claro que se le debió otorgar el gobierno (el premio) a la segunda fuerza política. Algo testimonial, pero que quedaría para la historia. Y, de paso, que devuelvan los sueldos dopados.

*Abogado. Urbanista