Cuaresma y Semana Santa son tiempo de dulces. Y de esto sabe un montón el Gremi de Forners de Castellón, que tras endulzar la Magdalena con el fadrinet centra ahora sus esfuerzos en la confección de las monas con las que miles de castellonenses celebrarán la Pascua.

En total, durante la semana grande de la capital de la Plana, los panaderos artesanos del Gremi vendieron más de 100.000 fadrinets. Una cifra que evidencia el éxito del delicioso y exclusivo dulce de la Magdalena.

Detrás de este triunfo hay todo un trabajo de confección y divulgación. Prueba de ello fue el I Concurso de Carteles del Fadrinet, que ganó Alberto Villarroya. Una convocatoria que registró una alta participación, con 16 carteles que se expusieron en la plaza del Primer Molí. Una muestra que cierra sus puertas con gran éxito de público, pues en las últimas dos semanas la han visitado más de 1.000 personas.

El maestro mayor, José Miró, explicó que para los artesanos del Gremi «ha sido un orgullo exponer los trabajos sobre el fadrinet. Y esto se ha podido llevar a cabo gracias a la importante colaboración del Ayuntamiento y la Asociación de Vecinos del Primer Molí».

Además, Miró señaló que «es muy especial para los panaderos exponer los trabajos en el Primer Molí, un edificio con una dualidad muy representativa para los artesanos, ya que se trata del histórico molino harinero de la acequia mayor de Castellón, directamente vinculado con la historia del sector panadero castellonense, y lugar clave en las fiestas de la Magdalena, pues la Romeria transcurre por esa plaza desde tiempos inmemoriales». Entre los visitantes de la exposición han estado el jurado del popular Concurs de Mascletaes, que deliberó en el Primer Molí, y numerosas entidades festivas, gaiatas y collas que se acercaron hasta el edificio durante la Magdalena.

El maestro mayor agregó que ahora los panaderos van a centrarse «en dar lo mejor» de ellos esta Semana Santa para que «todos los castellonenses puedan disfrutar de las monas de Pascua más naturales, deliciosas y divertidas». Y es que ya es tiempo de monas, sea la tradicional de panquemao con huevos y plumas, sea la rellena de crema, boniato o chocolate, o incluso las hechas íntegramente de este oro negro, que son auténticas esculturas. Un dulce artesano obligado para compartir en familia, con amigos, en casa, en el Pinar o en la playa.

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