Viajar sin el cargador de móvil ya es posible si se aloja en el hotel NH Collection Eurobuilding de Madrid. Desde hace unos meses cuatro habitaciones de alto standing se han transformado en un laboratorio de diseño futurista, el Living Lab, un proyecto en el que colabora el Grupo Porcelanosa.

Su material estrella y superconductor, el Krion, ha hecho posible unas mesillas de noches, de una sola pieza, en las que, sin cables, y solo con depositar el dispositivo telefónico sobre su superficie, la batería se llena. “Además, tienen interruptores capacitivos. Si pasas el dedo por encima, se apaga o enciende la luz”, explican desde la cadena hotelera. Son solo algunas de las múltiples innovaciones que el cliente puede testear en este hotel del futuro, con servicios y comodidades impensables.

Porcelanosa ha colaborado en el mobiliario de la habitación, con otras soluciones como una mesa escritorio con una hendidura para colocar una tablet que se pone a disposición del huésped para navegar por internet y acceder a servicios del hotel, como llamar a recepción a través de una videoconferencia. “Estas estancias especiales también ofrecen la posibilidad de activar música, colores y vídeos en la terraza, o ver la televisión en el espejo del baño”, explican desde el grupo NH.

PRONTO, EN BARCELONA // Aunque por ahora es exclusivo en este alojamiento turístico madrileño, prevén llevarlo a Barcelona; no así a Castellón, por ahora. ¿Cómo surge esta cooperación? El responsable de la oficina técnica de Krion, Javier Heredia, y su equipo desarrollaron este proyecto: “El material Krion ya es de por sí conductor de electricidad. La carga que se produce es inalámbrica, inductiva. Solo con depositar el teléfono dentro del área delimitada por un marco retroiluminado en la mesa de Krion se carga”, detalla Heredia.

¿De dónde surge la energía? “En la carga inductiva dos dispositivos --uno diseñado para emitir energía y otro para recibirla-- entran en contacto directo y se transfieren energía entre sí por medio de un campo electromagnético. Krion puede intercalarse entre ambos dispositivos sin interferir en la comunicación inalámbrica, abriendo de esta forma un abanico muy amplio de posibilidades de aplicación”, señala Heredia. Así, explica que “los móviles requieren de una bobina de recepción, diseñada para aceptar energía emitida, y convertirla entonces en algo que todos necesitamos: más duración de la batería”. Una vez llena, para la carga y queda en espera. “Los últimos modelos de smartphones tienen de serie esas bobinas pero, si no, el hotel facilita una tarjeta adaptadora”, cuenta.

Según explican desde Porcelanosa, “la innovación ha tenido repercusión en la hostelería y numerosas cadenas están mostrando interés, pero tal vez sea más significativa la respuesta en el mundo de las grandes franquicias de comida rápida y cafetería”. Y es que ven en esta aplicación una opción muy interesante para prestar un nuevo servicio de carga inalámbrica del móvil en sus mesas, mientras consumen. La versatilidad del Krion también ha despertado interés de fabricantes mundiales líderes en innovación y este 2015 trabajan en proyectos de automoción, electrónica de consumo o equipamiento médico. H